Primary tabs

Creo que a todos nos ha pasado en algún momento de la vida que cuando creíamos estar más cómodos, de repente, como por arte de magia, desaparece esa seguridad. Puede ser producto de una enfermedad, un grave problema económico, ya sea por malos negocios, inversiones o un despido. Lo cierto es que se nos mueve el piso y quedamos asidos al aire.
Hace unos años atrás viví esa experiencia terrorífica, había renunciado a mi empleo como docente, ya que había adquirido una casa a las afueras de la ciudad que quedaba lejos de mi sitio de trabajo y mi esposo estaba laborando -en una mejor posición que yo- en una empresa, la cual quedaba bastante retirada, por lo tanto había que desviarse para poder llevarme, considerando que contábamos con un solo vehículo. Así que decidimos sacrificar el mío, apostando al suyo.Pasaron unos años y mi esposo fue retirado del trabajo, aquel que garantizaba totalmente la estabilidad y economía de nuestro hogar.
¡Se nos movió el piso! Entramos en shock. No podíamos creer que después de tanto bienestar ahora tendríamos que depender de tan pocos recursos. Y eso sin contar que además ya teníamos dos niños, de 4 y 9 años.
Empezamos a hacer cuentas y a planificar lo que haríamos para obtener dinero, porque bien sabíamos que el del arreglo no duraría mucho. Le dimos prioridad a la comida y escuela de mis hijos, pues cursaban estudios en colegios privados. Cualquier otra cosa era accesoria para nosotros.Los alimentos más importantes eran los de los niños y nosotros lo que quedara.
Planificamos iniciar un negocio con el dinero que le habían arreglado a mi esposo, de allí nació la idea de abrir un centro educativo, y mientras este daba sus frutos, mi esposo trabajaba con su vehículo de taxi.
¡No nos dimos por vencidos! Esa debe ser la meta de quién sufre un conflicto de este tipo. No dejarse vencer frente la adversidad y sacarle todo el provecho posible. Pues ella te ayuda a reforzar ciertos valores que sin esa experiencia estarían dormidos, como son la fortaleza, la perseverancia, la confianza, la cooperación, el compañerismo. Hay que salir robustecidos de la situación que se nos presenta.
Si sufres una situación similar, no te dejes avasallar por ella. Sácale provecho, estudia tus opciones, evalúa sus riesgos, apuesta a ganar, apóyate en familiares y amigos que te pudieran ayudar. No desesperes, no te aísles, no escondas tu realidad, porque sino ¿quién podrá darte la mano y apoyarte?
Nosotros tuvimos apoyo y colaboración de muchos en nuestro propósito, de hecho el echar a andar ese proyecto nos ayudo a salir del foso donde en un primer momento nos sumergimos. Teníamos una idea que poco a poco se iba materializando, eso nos dio luces y esperanza para salir adelante. Ante la adversidad, hay que avanzar, parar solo para descansar y atisbar el horizonte. Seguir caminando, porque adelante esta la meta ¡Nosotros salimos airosos! Tú también puedes hacerlo.